viernes, 14 de abril de 2017

Por qué yo no quiero una novia para Elsa en Frozen 2 #GiveElsaAGirlfriend

La verdad es que la campaña de #GiveElsaAGirlfriend no es nueva, pero, ¿cuándo se ha dejado de hablar de Frozen desde que salió? Y esperad a que se estrene la segunda parte: vamos a tener que ir saltando por la calle para esquivar a las 300 millones de niñas disfrazadas de Elsa, las 100 millones disfrazadas de Anna, y habrá que hacerse ermitaño durante diez años para no escuchar 500 veces por semana su banda sonora y Let it go, que jamás pasará de moda y será la canción que el mundo entero cantará en cuanto aparezca un copo de nieve.

Internet reclama una novia para Elsa en la segunda parte del fenómeno Frozen, porque sería maravilloso tener a una princesa (en este caso, reina) lesbiana y que los niños tuvieran modelos LGTB totalmente integrados y normalizados. Sí, sería maravilloso, no lo niego. Pero yo no quiero una novia para Elsa. Y me parece que los que piden que Disney se actualice, en realidad son culpables también de una educación bastante anticuada de la que cuesta librarse.


No creo que Frozen sea de las mejores películas Disney, ni siquiera de los últimos años, aunque sería hipócrita por mi parte no reconocer que me lo paso bastante bien con ella y que he cantado y escuchado la banda sonora hasta la extenuación. Y sí, aquí hay otra fan de Elsa, para qué negarlo. Lo que me interesó del personaje de Elsa fue que consigue hacerse con la película, a pesar de estar hecha un desastre por dentro, y sufrir algo que podemos sufrir todos hoy en día: la no aceptación de uno mismo, ataques de pánico, ansiedad e incapacidad para relacionarse con los demás. Es un personaje inestable emocionalmente, con unos problemas bastante gordos, que no suelen ser los típicos que se reflejan en Disney. No tenemos a la princesa dicharachera, simpática y amable que se hace amiga hasta de los pajaritos del bosque y con su sonrisa inocente consigue que le barran la casa y le laven los platos; sino que tenemos a una que huye, se encierra, se rechaza a sí misma, sufre ansiedad y no es capaz ni de relacionarse con su hermana, la persona que más le importa en el mundo.

En este sentido, Elsa es importante. Porque a pesar de todo eso, su hermana la quiere; porque Let it go es un canto de aceptación a uno mismo y a salirse de lo establecido (algunos aseguran que es un himno gay, una oda a la salida del armario... y puede ser eso, y puede ser todo lo que vosotros queráis: cualquiera que se salga de la norma y sea rechazado por ello se sentirá identificado con la letra). Porque sus virtudes brillan y esa carga de problemas emocionales no impiden que haya sido un personaje querido en todo el mundo. Hoy en día, todavía hay gente que se lleva las manos a la cabeza cuando escuchan la palabra psicólogo. El estigma es real, y los personajes protagonistas imperfectos, con problemas reales, son necesarios.


Con toda esta movida a sus espaldas, Elsa no muestra ningún interés romántico en Frozen. Y ahora la gente pide que se le de una novia, como idea moderna y revolucionaria, que en realidad esconde un transfondo muy conservador: como no ha mostrado interés por ningún hombre, pues hacedla lesbiana. ¿En serio? Básicamente, todo personaje femenino que no muestre interés por un hombre, ¿es lesbiana por descarte? Por otro lado, ¿qué necesidad hay de que Elsa tenga una pareja? ¿Por qué? ¿Por qué necesita de otra persona para que su personaje esté completo?

Todavía hoy, tenemos presión para tener pareja, sobre todo si llegas a cierta edad. La soltería parece una maldición de la que te tienes que librar cuanto antes, y no importa qué tipo de relación lleves o lo que quieras en la vida: lo importante es que te emparejes. La soltería no está aceptada. Ni siquiera la aceptan para Elsa. Es cierto que hay otras chicas Disney sin pareja, como Mérida (Brave) o Moana, pero también es verdad que son personajes adolescentes, y que Elsa ya es una reina, una mujer, y claro, su hermana ya se ha echado novio, cómo se va a quedar sola la pobre, vamos a darle una novia.

Estáis pidiendo que se le dé una novia a un personaje que ni siquiera es capaz de relacionarse de forma normal con su hermana. El personaje de Elsa es complejo, y tiene millones de posibilidades de desarrollo por sí mismo, sin necesidad de adjudicarle una pareja. Sería completamente incoherente con el personaje, a no ser que Frozen 2 se convierta en un mundo de arco iris en el que Elsa está completamente insertada en la sociedad y se relaciona con todo el mundo y consigo misma de manera normal. Entonces, no sería descabellado, pero sería la muerte de un personaje por convertirlo en algo que no es.


Voy a dejarlo claro: me encantaría una pareja protagonista gay en Disney. Me encantaría que se incluyeran personajes del colectivo LGTB. Seré la primera en dar saltos de alegría cuando eso pase (porque espero que pase, por favor). Me encantó lo que hicieron con LeFou en la nueva La bella y la bestia: incluyeron su homosexualidad de forma completamente natural en el personaje, y sin recalcarlo todo el rato, sin caer en estereotipos y no basaron su historia en su sexualidad, lo cual ayuda a que se normalice y se integre mucho mejor. Su interés por Gastón no es diferente de otros intereses amorosos que se ven en la película, y no se trata de forma diferente. Gracias. Quiero, EXIJO, más personajes así. Y ojalá se atrevan a hacerlos protagonistas también. Aunque también digo que siempre se lo pedís a Disney como si fuera el origen de todo mal, cuando la mayoría de películas comerciales que todos consumimos no muestran esa diversidad y sus personajes femeninos no son ni la mitad de interesantes que los de Disney.

Pero no, no quiero una novia para Elsa: quiero que Elsa evolucione de forma natural, quiero que pueda ser soltera y no pase nada. Quiero que no necesite tener intereses amorosos, y que no pase como en la vida real: que seas soltera y te exijan tener novio; o que asuman que eres lesbiana si no muestras interés por hombres en algunos momentos de tu vida.